Según la Asociación Estadounidense del Corazón, muchas personas que han sufrido un ictus también tienen presión arterial alta.1 Descubra la conexión entre la presión arterial alta y el ictus, y nuestro enfoque centrado en promover la práctica de terapias para ictus menos invasivas.
La hipertensión, o presión arterial alta, es un factor de riesgo importante de enfermedades cardíacas e ictus en los Estados Unidos.2 Si bien nuestra genética, edad y ciertas afecciones médicas pueden desempeñar un papel en el diagnóstico, hay cosas que cada uno de nosotros podemos hacer para reducir nuestro riesgo de desarrollar hipertensión.3
La Asociación Estadounidense del Corazón dice que mantener un peso saludable a través del ejercicio, una dieta baja en sodio y azúcar, y limitar el consumo de alcohol puede ayudar.3 También recomiendan que los pacientes dejen de fumar, trabajen con un médico para entender cuál debería ser su presión arterial y tomen los medicamentos recetados para controlar sus niveles.3
La comunidad médica a menudo se refiere a la hipertensión como un "asesino silencioso" y, por más duro que suene el término, puede ser cierto si la presión arterial no se controla ni medica. Algunos pacientes con hipertensión no tendrán ningún síntoma visible que indique que sufren un problema de salud.2
Sin embargo, dentro del cuerpo ocurre una historia diferente. La hipertensión no tratada puede causar daños a las arterias, que pueden obstruirse y, en los casos más graves, la arteria puede estallar.1
Sí, hay varios tipos diferentes de ictus.3 Lo único que tienen en común es que pueden ser causados por la presión arterial alta.2
Un ictus generalmente ocurre de repente y es necesario administrar atención médica lo más rápidamente posible. Para ayudar a tener esto en mente, usamos la palabra SER RÁPIDOS (en inglés B.E. F.A.S.T) que identifica signos de un ictus. El mejor tratamiento depende del tipo de ictus, la edad del paciente, la gravedad del ictus y otros factores de riesgo.
Mejorar la atención de los ictus comienza antes del tratamiento y va más allá. Programas como nuestro SKILL Medical Education crean experiencias dinámicas que aportan vanguardismo al aprendizaje y ayudan a los médicos a mejorar continuamente sus habilidades y su práctica en ictus.
También estamos comprometidos a ayudar a los médicos a abordar los desafíos del tratamiento de ictus con programas como StrokEnomics, donde nuestro equipo aporta a los equipos de atención médica con el más alto nivel de datos clínicos y económicos para formular estrategias que les ayuden a superar las barreras de financiación. A través de este programa, los sistemas de cuidado de la salud aumentan el acceso de los pacientes a las mejores modalidades de tratamiento y calidad de atención.
Bibliografía
1. Asociación Americana de Cardiología. (10 mayo, 2024). How high blood pressure can lead to stroke. www.heart.org. Consultado el 17 de septiembre de 2024, en https://www.heart.org/en/health-topics/high-blood-pressure/health-threats-from-high-blood-pressure/how-high-blood-pressure-can-lead-to-stroke
2. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). (15 mayo, 2024). High Blood Pressure Facts. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Consultado el 30 de septiembre de 2024, en https://www.cdc.gov/high-blood-pressure/data-research/facts-stats/index.html
3. Asociación Americana de Cardiología. (Septiembre de 2024). Types of Stroke and Treatment. Consultado el 30 de septiembre de 2024, en https://www.stroke.org/en/about-stroke/types-of-stroke
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