26-Aug-2021
Un espíritu ganador ayuda a Jillian Williams —atleta de los paralímpicos y empleada de Stryker— tanto en la cancha como en el quirófano


Jillian Williams disfruta una vida repleta de actividades: trabaja, persigue a dos goldendoodles por la casa y planifica su viaje a Tokio para los Juegos Paralímpicos. Pero el equipo estadounidense de voleibol sentado no es el único equipo en el que está Jillian. También colabora con diversos equipos de atención médica, lo que genera un impacto en los pacientes en su trabajo cotidiano como especialista en productos Mako en Stryker.



Un diagnóstico inesperado


El viaje de Jillian comenzó mientras jugaba voleibol universitario, cuando comenzó a sentir dolor en la rodilla izquierda. "Pensé que era el menisco y me autodiagnostiqué toda la temporada". Finalmente, Jillian se hizo una resonancia magnética y descubrió cuál era el problema real: el sarcoma de Ewing —un tipo de cáncer de huesos— junto con una fractura. Todo eso durante la semana de su 19º cumpleaños.

La doctora de Jillian, Valerae Lewis, profesional en el MD Anderson Cancer Center en Houston, brindó algunas opciones de tratamiento. Jillian eligió el que le brindaba la mejor oportunidad de practicar deportes: su pasión y motivación. El tratamiento por el que optó fue la plastia de rotación. La plastia de rotación es una amputación en la que se extraen el fémur y la rodilla, lo cual deja espacio para que la mitad inferior de la pierna gire 180 grados y se vuelva a unir con el pie mirando hacia atrás. Esta solución permitió que el tobillo de Jillian funcione como una rodilla. "Previene los dolores fantasmas", dice Jillian. Para tratar la fractura, se utilizaron una placa y tornillos para estabilizar el fémur.
 

Jillian se recupera después de una cirugía de plastia de rotación

Su pasión en práctica

Después de la cirugía, mientras Jillian se enfrentaba a largas horas de fisioterapia y tratamientos contra el cáncer, empezó a pensar en cómo podría volver a estar activa. Pensó en emprender un nuevo deporte —como el tiro al plato—, pero su mente seguía volviendo al voleibol, por lo que decidió aprender a jugar al voleibol sentado. "Empecé a practicar por mi cuenta y, a medida que me iba fortaleciendo, decidí grabar un video y enviarlo al equipo nacional de voleibol sentado de Estados Unidos". Para sorpresa de Jillian, se le pidió que se uniera al programa y comenzara a entrenar con el equipo después de completar sus tratamientos.

"No sabía si sería lo suficientemente bueno para ser un atleta olímpico, pero me dio algo que esperar después del tratamiento ", recuerda.


Cuando Jillian recibió la oferta para unirse al equipo paralímpico, también se graduó de la universidad. Se entrevistó para un trabajo en Stryker y prometió dar el 100 % como atleta y trabajadora. "El gerente de contratación me brindó todo su apoyo", dice Jillian.

No pasó mucho tiempo antes de que Jillian descubriera otra pasión y motivación: ayudar a las personas. Como especialista en productos Mako, Jillian se conecta con pacientes y cirujanos de una manera muy especial. "Siento que hago mi trabajo 10 veces mejor", dice, acreditando su experiencia personal. "A lo largo de los años, me he reunido con más médicos de los que jamás quisiera decir. Siento que puedo empatizar con los cirujanos y comprender por qué eligieron la ortopedia como especialidad para ayudar a pacientes como yo. Me encanta apoyar a los médicos y a sus pacientes, y tener el mejor producto del mercado ayuda".

 

Como parte de su rutina, Jillian acompaña y demuestra su empatía a los pacientes que sienten miedo y les ofrece consuelo antes de una cirugía mayor. "Me hace sentir realizada", dice. Todos los días, los valores de Stryker se viven a través de Jillian, incluida la responsabilidad por los pacientes y la determinación de obtener mejores resultados.

Cinco años más fuerte

Hoy, Jillian se está acercando a la marca de 5 años de diagnóstico, momento en el que se considerará que está en remisión. "Espero competir en los Juegos Paralímpicos por los amigos que perdí por el sarcoma y por aquellos que todavía están en tratamiento cinco años después", dice.

A pesar del largo viaje, el espíritu decidido, alegre y salvajemente extrovertido de Jillian nunca ha disminuido. "La sociedad quiere que creamos que en la etapa adulta no se pueden disfrutar las actividades que alguna vez disfrutamos durante nuestra niñez y nuestra juventud. Y eso no es cierto", dice Jillian. "No importa por lo que hayas pasado, ¡tenés mucho potencial!"

Ese es el mensaje que Jillian llevará consigo a Tokio. Y es el mismo mensaje que transmite a los pacientes que conoce.